La Suite del Momo: Torrijas de cardamomo y naranja (Colaboración con Hero 1886)

Buenas,

¡Receta nueva! (pues claro Lucía para que ibas a estar aquí si no...) Bueno pues podía estar para recomendar algo ¿no? jeje Un restaurante, algún producto... pero es verdad, hoy os traigo además la primera receta de torrijas del blog, porque hace tiempo subí una pero no sé por qué cuando estuve quitando las cosas de repostería creativa la borraría sin querer o yo que sé, pero el caso es que no está.

Ayer preparé una colaboración con las mermeladas Hero para instagram, exactamente con su nueva mermelada estilo tradicional con trozos y las hijas de esa colaboración son estas deliciosas torrijitas de cardamomo y naranja.

Yo como buena sevillana soy fan de las torrijas de vino pero para probar la mermelada de arándanos de Hero intenté buscar un sabor que pegara más, así que decidí hacerlas con leche de soja en vez de con vino y con una buena pizca de cardamomo y de naranja.

Ingredientes para unas 20 torrijas pequeñitas:

Una barra de pan (si es del día anterior mejor porque será más consistencia esponja y empapará mejor).
Dos vasos de leche de soja o del tipo que quieras. (yo he usado sin azúcar añadido).
Cardamomo en vainas o molido.
Corteza de naranja.
Un huevo campero (si es eco ya mejor que mejor).
Azúcar Panela. (Yo la he usado solo para el final, si quieres endulzar las torrijas puedes usar el azúcar, endulzante o edulcorante que quieras, no va a variar la receta).
Aceite de oliva suave (tipo arbequina irá genial).

Preparación:

Cortamos nuestra barra de pan en rebanaditas de entre 1 y 2 cm y reservamos.
Calentamos a fuego bajo/medio durante una media hora la leche con la cáscara de naranja y el cardamomo. Si el cardamomo es en vainas tendremos que quitarlas y añadir solo las semillitas, si es en polvo echadle al gusto aunque tened cuidado que es un sabor fuerte, con la puntita de una cucharadita de café suele llegar. Yo usé las semillas de unas 6 vainas sin machacar. Ojo: Como yo voy a comer las torrijas con mermelada no les he echado ningún endulzante en este paso pero si vosotros queréis hacerlo tendréis que hacerlo ahora, mientras se infusiona la leche, la cantidad ya lo dejo a vuestro gusto goloso.
Una vez infusionada la leche la dejamos templar y colamos para quitar las semillas, la corteza y posibles restos de nata de la leche (que a mí con la de soja me sale bastante).
En un recipiente colocamos el pan en rebanadas y la leche. Si vemos que no todo se empapa igual iremos dándoles vueltecitas para que todo tenga el mismo líquido más o menos. Ojo: Tened cuidado de que no se os desborone todo el pan como cuando echamos de comer a los patos, mejor ir bañándolas poco a poco e ir controlando la consistencia, cuando estén blanditas y jugosas ya están listas.
El siguiente paso será batir un huevo mientras calentamos en una sartén un poco de aceite de oliva. Con que cubra medio dedito la sartén ya llega porque les daremos la vuelta y listo.
Una vez caliente el aceite vamos empapando de huevo cada rebanada de pan y colocándola en la sartén. Cuando esté doradita por un lado le damos la vuelta y así vamos repitiendo con todas.
Dejamos escurrir en un plato o bandeja con papel de cocina y mientras tanto preparamos el toque final.
En un mortero mezclamos las semillas de otras 5 o 6 vainas de cardamomo con dos cucharaditas de azúcar panela. El aceitito de recién moler las semillas mezclado con la humedad de la panela sin refinar es una fantasía, lo prometo.
Espolvoreamos las torrijas con nuestra mezcla mágica y listas.

Como toque final puedes acompañarlas con una rica mermelada. Como os he dicho antes nosotros hemos usado la de arándanos de Hero de 1866 y queda muy bien la combinación. Ya esto lo dejo a vuestra elección, pero si que es verdad que si no queréis comerlas con mermelada, en el paso de infusionar la leche yo le metería algo dulce, un toquecito aunque sea, una cucharada de panela, un chorrito de miel...lo que ustedes queráis.